Conócenos
Cada año, millones de niños y personas jóvenes vivencian experiencias traumáticas. Sufren opresión étnica, guerra y tortura. Alrededor del 50 % de todos los refugiados son niños o jóvenes. Otros sufren prisión, secuestro, trabajo forzado, son abusados sexualmente o presencian atrocidades cometidas en personas cercanas a ellos. Otros son víctimas de desastres naturales. Todos tienen en común experiencias traumáticas.
Los traumas que no son tratados, pueden más tarde conducir a severos síntomas y pueden menoscabar el desarrollo del niño en el largo plazo. De semejantes experiencias pueden resultar enfermedades psíquicas y físicas, así como dificultades de aprendizaje. Muchas víctimas pueden, incluso, llegar a convertirse en delincuentes.
La intervención temprana con medidas pedagógico-terapéuticas después de las experiencias traumáticas puede ayudar a reducir las posibles consecuencias biográficas negativas de largo plazo.
¿Como surgimos?
Nuestros Inicios y Orígenes
Desde marzo de 2019 somos una asociación civil sin fines de lucro que actúa según los lineamientos de la sede en Alemania, para llevar ayuda humanitaria a niños y jóvenes en situaciones de trauma y crisis. Así también, atendemos y asesoramos a fundaciones e instituciones privadas que requieren capacitación en la visión del trauma que la Pedagogía de Emergencia ha venido desarrollando desde el año 2006 en diversos contextos en el mundo.
NUESTRA VisiÓn DEL TRAUMA
Herida emocional
El trauma psicológico es una herida emocional provocada por un suceso estresante extremo. Al igual como sucede con una herida física, la estructura anímica del ser humano es dañada, se siente y se quiere expresar dolor. Después de un trauma las heridas físicas sanan después de un tiempo, pero en caso de que la herida no se atienda adecuadamente puede convertirse en una infección severa, que incluso puede ser mortal. Los traumas psicológicos, al igual que una herida física, pueden resultar en trastornos anímicos y psicológicos agudos que igualmente pueden ser mortales.